FRANCISCO DE GOYA
DATOS
BIOGRÁFICOS:
Nace en un pueblo de Zaragoza. El estudio del barroco
italiano constituye su primer aprendizaje, con su maestro José Luxan,
discípulo de Lucas Jordán y su viaje a Italia. Protegido por la Duquesa
de Osuna se convierte en pintor de Carlos III y, posteriormente, de Carlos
IV. En sus retratos su elegancia y su finura son notas peculiares.
Hacia 1790 una enfermedad le deja sordo. A esta dolencia le
han atribuido un influjo decisivo. Dicha sordera le inclina al aislamiento y la
introspección, deja de contemplar la sociedad como un conjunto de cuadros y
costumbres amables y empieza a considerar el ángulo negativo de los
convencionalismos. A esta crítica amarga se le suma su gran imaginación, que
plasma en los primeros Caprichos.
A partir de 1808, la Guerra de la Independencia va a suponer
una experiencia dolorosa que intensifica su veta pesimista y crítica. Las
escenas del Dos de mayo y la serie de dibujos y grabados de los Desastres
señalan cotas pocas veces alcanzadas en la expresión de dolor de un pueblo y la
degradación de los sentimientos. Tras la guerra, Fernando VII le repone
en su puesto de pintor de cámara, pero, liberal convencido, los excesos del
absolutismo le inclinan a aislarse de todo trato mundano. Con la iniciación de
la represión absolutista, Goya decide abandonar España, para lo que se instala
Burdeos, donde muere.
SIGNIFICACIÓN
SOCIAL DE LA PINTURA DE GOYA.
El pintor dotado de un vitalismo optimista de los cartones
para tapices desaparece con la sordera y de manera más definitiva con la guerra
para dar paso a un artista amargamente crítico y cuya fantasía crea un mundo
alucinante de brujas y monstruos.
Situada su biografía entre dos épocas históricas, el Antiguo
Régimen y el Régimen Liberal, Goya es testigo no sólo de los acontecimientos
sino también de los procesos profundos. Partidario de las nuevas ideas
contribuye con su crítica a desmontar un mundo que declinaba.
Algunas notas se desprenden de su extensa obra. En primer
lugar el amor al pueblo.
Las
escenas populares están plasmadas con simpatía y los cuadros patrióticos
traslucen una honda contra-pasión por los sufrimientos colectivos. En
contraposición puede vislumbrarse una posición crítica hacia la nobleza.
Los rostros abotargados de Carlos IV y Fernando VII, sus figuras panzudas, no
pueden citarse como un modelo de respeto. La crítica social se pone de
manifiesto en los expresivos pies de sus grabados, criticando los horrores de
la guerra en la serie de Los Desastres; criticando ciertas tradiciones (La
boda aldeana), mientras que ensalza una sociedad libre, que rompa
las irracionales ataduras de los convencionalismos sin sentido.
1.- Evolución de su pintura.
EVOLUCIÓN ARTÍSTICA.
No nos
encontramos ante un pintor precoz, pero precisamente la lentitud de su
aprendizaje ha influido en su búsqueda de nuevas formulas expresivas.
Nos encontramos con un arte de contrastes; Goya es el pintor de las
fiestas y de los fusilamientos.
En conjunto podríamos distinguir dos etapas
artísticas:
-
Primera.
1.
Triunfos
profesionales.
2.
Visión
optimista de la vida.
3.
Predominan
los colores rojos y grises.
4.
Factura
acabada.
5.
Dibujo
de trazo contInuo.
6.
Temas
amables.
-
Segunda.
1.
Etapa
de sufrimiento.
2.
Visión
patética.
3.
Creciente
presencia del negro.
4.
Factura
de manchas.
5.
Dibujo
roto.
6.
Temas
dramáticos.
En pocos años el numero de los personajes de sus
pinturas aumenta, las posiciones y los ademanes se multiplican, y la paleta se
vuelve más clara y brillante, en parte influida por el estudio de Velázquez.
En La vendimia se inspira en el arte velazqueño. El paso a un arte más
hondo puede encontrarse si salir de sus cuadros costumbristas. El albañil
herido señala un cambio en los temas, y, además, en la materia pictórica. La
nevada, con tonos fríos y un hallazgo expresivo; la ocultación de los
rostros para envolver la figura en una indefinida expresión de dolor, refleja
cuanto ha cambiado la sensibilidad del maestro.
En los
cuadros patrióticos suscitados por la Guerra de la Independencia se enriquece
la paleta, se descubren nuevas posibilidades a las manchas, y la composición se
mueve de manera trágica con la utilización de escorzos dinámicos, mientras el
lenguaje de las manos intensifica la sensación de opresión. Estamos en pleno expresionismo,
no es simplemente una escena lo que contemplamos, es un símbolo.
La
ausencia de color, el negro, pasa de ser un elemento más en los cuadros
patrióticos a protagonista de “Las pinturas negras”. Es el imperio de la
mancha y de las visiones oníricas. En este capitulo se encuentra el
punto de partida de toda la pintura posterior: en el Goya renuncia a todo lo
que antes ha demostrado dominar y reduce su mundo expresivo a símbolos, como El
perro en el mar de arena.
LA OBRA.
Periodos:
·
Costumbrista. Sobresalen los cartones para tapices.
Podemos encontrar reflejada la vida madrileña. En las composiciones luce la
gracia del rococó. Goya toma sus elementos de luz y paisaje de maestros
españoles del Barroco, especialmente de Velázquez. En esta serie destaca
La pradera de San Isidro, en el que introduce centenares de figuras y
docenas de grupos, a veces sugeridos con una simple mancha.
·
Retratos. Es el género en el que Goya tuvo una actividad mas
constante. Destacan por su penetración psicológica. Son numerosos los retratos
de personajes de la familia real: Carlos III, Carlos IV, Fernando VII;
para el colectivo La familia de Carlos IV debió inspirarse en Las
meninas, y, aunque sorprenda su estatismo, es posible que se trate de un
efecto deseado para concentrar la atención en la expresión de los rostros. Entre
los retratos Goya sintió predilección por los femeninos, como se aprecia en las
famosas Majas.
·
Pinturas
religiosas. No es Goya
pintor religioso, pero excepcionalmente tuvo ocasión de demostrar que no
carecía de fervor para estos temas, como en el emocionante La última
comunión de San José de Calasanz.
·
Pinturas
de tema patriótico.
No son creaciones únicas, pero han monopolizado la atención El dos de mayo y
Los fusilamientos del 3 de mayo, auténticas epopeyas de movimiento y de
dolor, de hallazgos expresivos y misteriosos efectos de luces y sombras.
·
Pinturas
negras. La expresividad
del negro fue descubierta por Goya en sus últimos temas costumbristas, en los
que el apaciguamiento de tonos de servía para crear una atmósfera en los
cuadros de crítica social. En El coloso ya la mancha negra se ha
enseñoreado de una composición de la que ha desaparecido la línea y gran parte
de los colores, y los símbolos han desplazado a las formas concretas y reales.
En Dos viejos comiendo sopa no retrata a dos viejos sino la vejez.
·
Grabados
y dibujos. En Los
caprichos encontramos un mundo compañero del de las pinturas negras; en Los
desastres de la guerra el más terrible muestrario de sufrimientos y excesos
provocados por una contienda; en la serie de estampas de la Tauromaquia
estudios de movimiento y fuerza.
TRASCENDENCIA PICTÓRICA DEL ARTE
DE GOYA.
La
pintura de Goya representa la ruptura con la tradición, aunque la asuma
en el sentido de que abandona el respeto a las leyes ópticas aunque se
represente de manera diferente o subjetiva, para asumir la responsabilidad de
crear un mundo propio, en el que la fantasía y la crítica juegan un papel más
importante que la realidad visual.
Goya
rechaza del Neoclasicismo su consideración dibujística, académica, acromática y
estática y saltando sobre él enlaza con los grandes maestros Barrocos para
postular una pintura en la que el dibujo pierde su imperio y se ensalza en
cambio el color, la inspiración y el movimiento. Todos los movimientos
pictóricos posteriores beben en su obra, por eso no es exagerado llamarle “el
primer pintor moderno”.
Mas
clara es la deuda del Impresionismo; la técnica de manchas coincide, y Manet
viene a España a estudiar la obra de Velázquez y Goya, a la que rinde
directamente homenaje en varias ocasiones.
3.-Obras más importantes.