El Renacimiento en Italia

 
 
 
 
 
 
 
     El Renacimiento comienza en Italia, concretamente en Florencia, en el siglo XV, durante el mil cuatrocientos, es por lo que se denomina el  Quattrocento y se irradia al resto de Europa en el siglo XVI, conocido como el Cinquecento. 
     Durante esta etapa  el hombre quiere recuperar el arte de la Antigüedad clásica, emulando a los modelos antiguos e inspirado en obras anteriores, siendo ese renacer lo que da el nombre a la cultura y arte de la época.
     Otra de las transformaciones reside en la nueva valoración del hombre como el centro del universo y todo se hace a su medida. Este antropocentrismo es lo que caracteriza la cultura del Renacimiento.
     Quizá la obra más representativa y famosa sea la obra de Da Vinci, Estudio de proporciones, síntesis geométrica del universo cuyo centro es ocupado por el hombre.
 
 
 
 
     Si en el arte gótico el artista apenas firmaba sus obras, por el contrario en el Renacimiento lo hacen con verdadero  orgullo reivindicando así su propio trabajo. Fue llamada la época de los genios, como Da Vinci, Rafael y Miguel Angel. Estos artistas, entre otros, fueron considerados parte de la grandeza de las ciudades en las que vivieron y los mejor considerados eran los que conocían la antigüedad y sus modelos capaces de crear un arte nuevo.  
     Es en esta nueva época cuando aparece el artista de corte el cual formará parte del grupo de humanistas, filósofos, escritores o arqueólogos. Es en esta época cuando los autores empiezan a reconocer una amplia autoestima de su propio trabajo haciendo que éste sea valorado por parte de la sociedad, pasando a ser parte de  una inteligencia y una sensibilidad capaz de llegar a la genialidad, no considerándose solo como unas manos que trabajan.
 
El Quattrocento
 
     El Renacimiento revolucionó el sistema de representación de la realidad a través de la imagen con la invención de la perspectiva lineal donde en Italia tendría una base más bien científica. Esta perspectiva se refiere a la capacidad de representar una tercera dimensión: la profundidad, en una superficie plana como es un cuadro. Estas perspectivas lineales crean composiciones contempladas desde un punto de vista único donde todo es medido y llevado a escala. A parte de lineal, también se la llama monofocal y geométrica. Esta invención se atribuye a Brunelleschi aunque otro arquitecto  y teórico llamado Leon Battista Alberti escribiría sobre ella y al punto desde donde parten las líneas maestras imaginarias de la composición lo llamaría punto de fuga.
     El realismo en la representación del espacio y de las figuras va a generar una investigación imparable y no solo en la perspectiva lineal sino  también en la llamada perspectiva atmosférica que da profundidad mediante la degradación de luces  y colores dependiendo de la distancia, es como si hubiera aire entre las figuras y los fondos.
     En la escultura también se dan estas representaciones realistas, concretamente en los relieves, las Puertas del Paraíso de Ghiberti son un buen ejemplo.
Los príncipes del Renacimiento financiaron muchas de las obras y acogieron en sus cortes a humanistas, filósofos, escritores, historiadores y artistas. El prestigio que proporciona la obra de arte a sus mecenas fue utilizado políticamente.
 
 
 
     El tipo de clientela del Renacimiento da lugar aun nuevo género que es el retrato. El retrato nace en las figuras de donantes que se representaban en la obra que ellos habían financiado. En Italia se cultivó mucho el retrato de perfil modelo de las medallas y monedas de la Antigüedad clásica, este tipo de retrato se usaba mucho para celebrar los hechos gloriosos de los personajes representados. 
     A mediados del siglo XV, ya se empieza a representar el retrato en tres cuartos, es decir, ligeramente girado para así captar los rasgos con mayor precisión, apareciendo también más detalles y símbolos del personaje representado. 
      El retrato es uno de los géneros en los que comprobamos como a lo largo del Renacimiento la pintura se independiza definitivamente de antiguos soportes como el libro, el muro o la vidriera. Como es el caso de la famosa obra de Da Vinci, la Monna Lisa, la Giocconda apellido de su esposo Francisco del Giocondo.
 
 El Cinquecento
 
Durante el siglo XVI, Roma sustituye a Florencia como centro artístico ya que los papas serán los mecenas. La idea es que Roma sea el centro del mundo como en la antigua Roma imperial y al igual que San Pedro la eligió para ser sede cristiana, se llevarán a cabo una serie de obras de arte reflejadas tanto en la pintura como en la arquitectura.
     Los artistas más representativos serían Leonardo Da Vinci, Rafael y Miguel Angel que influirían en un nuevo movimiento artístico llamado el manierismo, "a la maniera de...". Más que en Leonardo se inspiraron en Miguel Angel y en Rafael.
 
El manierismo
 
El manierismo es el nombre que se da al estilo artístico que se inicia en Italia en la tercera década del siglo XVI, y que se intuye en las últimas obras de Miguel Ángel y de Rafael (como en la Piedad Rondanini)

Es el momento en que se pierde lo más propio del clasicismo y la belleza clásica: proporciones, armonía, serenidad, equilibrio.

El manierismo es subjetivo, inestable. Los artistas se dejan llevar por sus gustos, alejándose de lo verosímil, tendiendo a la irrealidad y a la abstracción. Se prefiere, en escultura sobre todo, la línea o figura serpentinata, en que las figuras se disponen en sentido helicoidal ascendente.